0040 - Esto se escribió así...

Y así fue como sintió haber llegado a “destino” y los pocos metros que los separaban parecían caminarlos en cámara lenta, como si en cada paso reafirmaran la soberanía que se habían declarado. Allá afuera no había vida, todo se había detenido y el “mundo” había iniciado la conspiración de siempre, pequeños artilugios o magias inútiles que harían que los recuerdos de cada instante se perpetraran en un para siempre.

Una realidad distinta hacia sus primeros dibujos y los silencios profundos, cuando son compartidos, pueden explicarlo todo. El humo que sale de su boca cuando dice su nombre se parece a las formas que la dibujan y raptan su olor, como cuando fuma sin pensar. Algunas veces vivir en lo sucesivo no parece ser un espanto y las cosas que creyeron que dolerían para siempre se desvanecen.

Boudelaire tenía razón, con ese del espantoso juego del amor, en el cual es preciso que uno de ambos jugadores pierda el gobierno de si mismo.



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