Es la conjugación la serie de formas por la cuál se puede determinar los verbos, entendida como la acción, movimiento de algo o de alguien.
Son los verbos accidentes gramaticales, morfemas de tiempo, modo, persona y número, incluso podríamos ser considerados nosotros mismos “accidentes gramaticales”, si consideramos que variamos en persona, número o tiempo. Pudiendo uno encontrarse mejor conjugado que otro o viceversa; pero en la diversidad esta el conocimiento.
Estos dichosos verbos, que en la escuela nos hicieron doler más de una vez la cabeza, nos dejaron sin TV, sin salidas y sin regalos sorpresas, tienen dos partes; por un lado la Raíz o Radical y, por otro, Terminación o Desinencia (supongamos que esta ultima se entienda como Peronista para comparar manzanas con manzanas). A ser:
La raíz, separada del gerundio, es la parte fundamental del verbo, por ejemplo y trasladándolo a la vida cotidiana, la raíz de un problema de extrema gravedad que fuera provocado intencionalmente por otra persona puede estar estrechamente vinculado con verbos tales matar, golpear, gruñir u odiar. Dependiendo el momento que fuera provocado se podría conjugar:
Usar el pretérito imperfecto: Yo odiaba que dijeras tal cosa.
El “preterito perfecto” hubiera sido que entendieras eso la primera vez que lo planteamos.
Puede ocurrir que el evento fuera bueno y para eso conjugaremos en presente y futuro, por ejemplo: Yo amo este tipo de sorpresas. Prepararé algo especial para esta noche para celebrar.
Ahora bien, ya hemos mencionado la existencia de otra parte: la Terminación o “Peronismo”, que es lo que resta después de separarla de la raíz es decir, representando el tiempo, número y persona:
Am-o: (y Señor)
Am-amos: Pretérito de pareja constituída
Am-ad: Radio Latina, que roba señal de antena.
Ama-rrete: Conjugación del verbo/realidad, nos separaremos
De acuerdo a las actitudes de quien habla, también, se puede determinar el estado civil de una persona, como ser:
Cuando utiliza el modo Indicativo: “Compraré esos zapatos”. Es claro que la mujer u hombre (¿por qué no?), son definitivamente solteros.
Con el modo Subjuntivo: “Quisiera comprarme esos zapatos”. Definitivamente esta casada/o. A menos que sea parte de la revolución femenina (?), para lo cual utilizará el Imperativo como acto revolucionario
Por último, el modo Imperativo y al grito de me compro los zapatos, revoleando un pañuelo y saltando conmocionada/o, será quien deja en manos de los abogados las futuras negociaciones.
Dejamos para otra clase los verbos copulativos, intransitivos y reflejos.
HAGAN LA TAREA!
..
Son los verbos accidentes gramaticales, morfemas de tiempo, modo, persona y número, incluso podríamos ser considerados nosotros mismos “accidentes gramaticales”, si consideramos que variamos en persona, número o tiempo. Pudiendo uno encontrarse mejor conjugado que otro o viceversa; pero en la diversidad esta el conocimiento.
Estos dichosos verbos, que en la escuela nos hicieron doler más de una vez la cabeza, nos dejaron sin TV, sin salidas y sin regalos sorpresas, tienen dos partes; por un lado la Raíz o Radical y, por otro, Terminación o Desinencia (supongamos que esta ultima se entienda como Peronista para comparar manzanas con manzanas). A ser:
La raíz, separada del gerundio, es la parte fundamental del verbo, por ejemplo y trasladándolo a la vida cotidiana, la raíz de un problema de extrema gravedad que fuera provocado intencionalmente por otra persona puede estar estrechamente vinculado con verbos tales matar, golpear, gruñir u odiar. Dependiendo el momento que fuera provocado se podría conjugar:
Usar el pretérito imperfecto: Yo odiaba que dijeras tal cosa.
El “preterito perfecto” hubiera sido que entendieras eso la primera vez que lo planteamos.
Puede ocurrir que el evento fuera bueno y para eso conjugaremos en presente y futuro, por ejemplo: Yo amo este tipo de sorpresas. Prepararé algo especial para esta noche para celebrar.
Ahora bien, ya hemos mencionado la existencia de otra parte: la Terminación o “Peronismo”, que es lo que resta después de separarla de la raíz es decir, representando el tiempo, número y persona:
Am-o: (y Señor)
Am-amos: Pretérito de pareja constituída
Am-ad: Radio Latina, que roba señal de antena.
Ama-rrete: Conjugación del verbo/realidad, nos separaremos
De acuerdo a las actitudes de quien habla, también, se puede determinar el estado civil de una persona, como ser:
Cuando utiliza el modo Indicativo: “Compraré esos zapatos”. Es claro que la mujer u hombre (¿por qué no?), son definitivamente solteros.
Con el modo Subjuntivo: “Quisiera comprarme esos zapatos”. Definitivamente esta casada/o. A menos que sea parte de la revolución femenina (?), para lo cual utilizará el Imperativo como acto revolucionario
Por último, el modo Imperativo y al grito de me compro los zapatos, revoleando un pañuelo y saltando conmocionada/o, será quien deja en manos de los abogados las futuras negociaciones.
Dejamos para otra clase los verbos copulativos, intransitivos y reflejos.
HAGAN LA TAREA!
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5 comentarios:
Aun no termina de gustarme este post, pero nobleza obliga. ja
Saluditos
Tu sentido del humor ha traspasado fronteras, aún siendo consciente de haberme perdido la mitad del post.
Felicitaciones y abrazos.
La verdad, no se por donde comenzar.
Puedo ir al baño?
"Long is the way and hard, that out of hell leads up to light." (John Milton - "Paradise Lost")
Manolito, despreocupate, siempre escribo cosas incomprensibles. ja ja
Besos y gracias por pasar siempre.
JD, ya fue al baño muchas veces. Vaya pero deje el cuaderno de comunicaciones, informaré a sus padres de su incontinencia.
Besos besos
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